Y no porque haya algo que celebrar; todo lo contrario. Se trata de no olvidar que la violencia contra las mujeres y las niñas, ejercida de muy diversas formas, es una lamentable realidad en nuestros días, en todo el mundo, en España, en nuestra provincia, nuestra ciudad y nuestros pueblos.
La violencia contra la mujer es una pandemia invisible en la mayor parte de los casos a los ojos de los demás, pero que está ahí, agazapada y escondida por el abuso de poder de quienes la ejercen y por el miedo de quienes la padecen.
Sabemos que hay múltiples formas de ejercer esa violencia, y que aunque no la veamos, está presente en nuestro entorno; mucho más cerca de lo que pensamos ni imaginamos.
En los últimos años se ha avanzado mucho en la defensa de las mujeres y niñas que sufren esa violencia. Todas las instituciones, desde los ayuntamientos –las más cercanas- hasta la Administración General del Estado, pasando por diputaciones y gobiernos regionales, nos hemos empeñado en empujar en el mismo sentido para, primero, detectar los casos, y después, dar soluciones. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desde hace años se forman y esfuerzan para detectar losmaltratos, detener y poner a disposición de la Justicia a quienes ejercen la violencia, apoyar a las víctimas y situarlas en la puerta de salida para una vida libre, autónoma, sin miedos y con perspectivas de futuro. Y las administraciones tenemos el deber de cumplir estos objetivos.
A pesar de los grandes avances que estamos realizando como país, la violencia contra las mujeres y sus hijos e hijas sigueasolando nuestra realidad, consecuencia de una discriminación sistémica e histórica, que para su eliminación necesita del compromisoinapelable de todas las instituciones públicas y de lasociedad en su conjunto.
En España, durante el año 2021, la violencia de género en el ámbito de la pareja o exparejase ha cobrado la vida de 37 mujeres y de cinco niños y niñas y ha dejado a 24 niñas y niños huérfanos por el asesinato de sus madres.
La socialización de género y los patrones machistas en la sociedad, además de ser el contexto de la violencia, dificultan que las mujeres hablen de laviolencia y busquen ayuda. Los motivos por los que las mujeres viven la violencia en silencio, entre los que destacan la vergüenza, el miedo a no ser creída y lainfravaloración de la violencia, no son factores personales, sino, en su mayor parte, culturales ysociales, lo que nos conmina a trabajar sobre ellos.
Nos situamos ante una realidad innegable que nos interpela a todos y todas, a los gobiernos, lasinstituciones, el movimiento asociativo y a la sociedad en general, obligándonos a una accióndecidida en pro de la erradicación de la violencia contra las mujeres y de las actitudes socialesque la toleran, la justifican o incluso la banalizan.
Es preciso intensificar los esfuerzos paracombatir el machismo y condenar socialmente todas las actitudes, prácticas y conductas queconsienten y reproducen las violencias machistas, para lo que el Gobierno de España ha promovido y seguirá promoviendo nuevas normas, con la finalidad de impulsar la prevención, la atención integral, la protección, la justicia y la reparación frente a las diferentes formas de violencia sexual y la trata de mujeres.
La lucha contra la violencia machista es un eje central de la política de este Gobierno, que trabaja por un país más justo, libre e igualitario, y envía un mensaje de reconocimiento y homenaje a todas las mujeres en este día.
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