Bajo el título de ‘De la mística al diálogo. De la experiencia del amor al empeño por la paz’, los participantes han abogado por la unidad de acción y la búsqueda de puntos en común para construir la paz en un mundo en constante cambio, donde movimientos sociales y laicismo cobran mayor relieve.

Organizado por el centro abulense y por la Mesa-Unidad de Córdoba, entre los asistentes se encontraba el secretario de la Asociación Unesco para el Diálogo Interreligioso, Francesc Torradeflot, quien ha destacado que en una sociedad “tan plural” se impone “cada vez más” que el cambio y la diversidad se gestionen de forma positiva. Que la diversidad no sea una amenaza sino una posibilidad de enriquecimiento mutuo, por eso la importancia del diálogo como “paso inevitable para construir la paz” frente a una alternativa que “la destrucción”.

Caminos paralelos
El venerable lama Karma Tempa, monje budista tibetano, ha explicado que la exploración de las diferentes religiones sirve de ayuda para comprender que “los caminos son paralelos”, por eso ha destacado la reunión de Ávila como “reflejo de lo que sucede en la sociedad”.

“Hay que tener un empeño por la paz para superar la intolerancia y la violencia”, ha propuesto.
Mientras, la presidenta de la Junta Islámica de España, Isabel Romero, ha dicho que las diferencias con “formas distintas de trabajar la espiritualidad” de acuerdo a los diferentes contextos socioculturales e históricos.

Ha reivindicado un Estado como el que recoge la Constitución Española, “no vinculado a ninguna confesión”, y ha dicho que movimientos como la primavera árabe son de carácter social “aunque a veces se como religiosos”, ya que se trata de reivindicaciones de libertad, si bien han dejado ver que los más organizados tenían vínculos con corrientes religiosas.

Por su parte, el presidente de la Red de Cultura Judía, Mario Saban, ha querido destacar que “las diferencias no son un punto de confrontación sino de unión”, incluida la corriente laicista, para distinguir entre “laicismo e ignorancia”. Y es que en la actualidad “hay mucha ignorancia de la cultura religiosa”, ha concluido.