El proyecto quiere lograr una ayuda de casi 1,7 millones, aunque el Ayuntamiento está dispuesto a afrontar al menos una primera fase para un lavado de cara de las instalaciones.

La entidad cameral ha acudido a una convocatoria del Ministerio de Comercio con fondos Feder, para proyectos singulares promovidos por terceros orientados a la modernización en zonas de afluencia turística, solicitando 1.690.765 euros, además de 20.000 para un estudio previo. Sería una inversión en tres años que debe iniciarse en 2013 con 178.000 euros, de los que el Ayuntamiento aportará 50.000, que incluirán el cambio de una parte de la carpintería del edificio, mejora de la iluminación, instalación de ozono para evitar olores, adecuar la instalación eléctrica a la normativa actual y cambio de cubiertas.

Según la arquitecta municipal, Cristina Sanchidrián, el proyecto que ha elaborado incluye la apertura de huecos ahora cerrados para que entre la luz con grandes cristaleras, donde los puestos se situarán -a diferencia de la actual configuración- en torno a cuatro isletas, donde los dos montacargas se convertirán en una escalera y en un ascensor en torno a los que habrá lucernarios y jardines verticales -con decoración de colores- para bajar a la planta sótano, donde habrá una parte de almacenes y otra para el público.

Deterioro
El proyecto, que quiere “dar una respuesta al deterioro del edificio y su propia funcionalidad”, prevé convertir el ala este del edificio, la situada en la calle Enrique Larreta,  en una zona de hostelería “con entidad propia”, de tal forma que pueda abrir sus puertas con independencia del mercado, por ejemplo, los fines de semana.

Con las cuatro isletas se crearán 18 puestos de venta de poca altura -de entre 10 y 11 metros cuadrados-, aparte de una panadería o algún comercio aparte que pueda abrir el fin de semana, y con “hitos lumínicos y pequeñas cámaras que anuncien lo que se vende en ellos”.

En total se prevé una superficie de 2.299 metros cuadrados construidos, de ellos 1.323 en la planta baja y 1.975 en el sótano, y 1.975 metros de superficie útil.

El edificio del Mercado de Abastos, que data de 1890, sufrió su última reforma en los años 60. El basamento de piedra del edificio tiene protección integral.

A la espera de que la ayuda solicitada por la Cámara de Comercio para la reforma reciba una respuesta positiva en el plazo de tres meses, el alcalde. Miguel Ángel García Nieto, ha explicado que la declaración de zona de gran afluencia turística ha servido para concurrir a solicitar la ayuda, y confía en que el proyecto sirva para “revitalizar” la actividad del edificio mediante una “mercado moderno e inteligente”.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio, José Manuel Izquierdo, ha destacado que se trata de “más que una reforma” de cara a afrontar “nuevos hábitos de comercio y gestión empresarial”.