Siete días después de que las primeras llamas surgieran en torno a las 18.12 horas del pasado vierrnes en el poblado del Burguillo, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente mantiene que el fuego sigue controlado, pero no extinguido.

Para evitar que vuelvan a producirse reproducciones como las de principios de semana, permanecen en la zona de retén un agente medioambiental y una autobomba.

Este incendio, causado de forma accidental por una línea eléctrica, llegó a ser declarado por la Junta de Castilla y León denivel  de peligrosidad en una escala de 0 a 3, al obligar a cortar carreteras, poniendo en peligro a la población de municipios de la zona.

Esta situación movilizó numerosos medios humanos y materiales por parte de todas las administraciones, entre ellas el Ministerio de Defensa que autorizó la participación de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Una vez controladas las llamas, la Junta cifró en 742,50 las hectáreas quemadas: 361,15 de enebros; 219,21 de pastos; 112,15 de superficie agrícola; 49,96 de matorral y 0,03 de otras especies.