Los “jóvenes hipercontagiadores” son lo que “recorren varios bares” y luego “se reúnen en plazas con multitud de contactos”, por lo que “el virus se expande y el rastro se dificulta”.

“Puede que estemos llegando a la cresta de la quinta ola”, ha dicho, a la vez que ha advertido: “la pandemia no ha terminado, nadie está libre de todo riesgo, no podemos bajar la guardia”. En Ávila la incidencia se ha doblado en la última semana en los menos de 50 años.

La cepa alfa o británica está a la baja y representa el 44% de los casos, a la vez aumenta la delta (india), con un 31% y la sudafricana o beta, con el 18,9%.

Evitar los contactos
Por otra parte, la consejera ha pedido “limitar la máximo” el contacto social y la “autoimposición” por parte de los ciudadanos de un toque de queda desde la 1 horas de la madrugada hasta las 6.

Tras destacar las medidas aprobadas por la Junta y que han entrado en vigor este martes, ha justificado que obedecen a reducir los contagios ante la imposibilidad de aplicar un toque de queda, ante “la falta de un paraguas jurídico”. Las restricciones, que sobre todo afectan a la hostelería, se unen al uso de la mascarilla y a la vacunación, ha subrayado.

Cada ola ha sido “distinta”, ha indicado la consejera, que se ha referido a la “abrupta explosión" de contagios entre los jóvenes, que es población no inmunizada, a causa de “la relajación de las medidas y a las nuevas variantes más contagiosas”.

Por eso las medidas quieren ir enfocadas a la población más afectada y no de forma indiscriminada, aunque pueden afectar a toda la población: “no nos parece concordante medidas como puede ser el cierre del turismo rural sin tener una implicación directa con esta nueva ola".

“La transmisión comunitaria no afecta sólo a jóvenes”, por eso “ pedimos la colaboración de todos los ciudadanos para que se apliquen todas las medidas de prevención posible", ha añadido la titular de Sanidad.