"A todos nos va a costar acostumbranos, pero debemos hacerlo", ha señalado el regidor, quien ha indicado que el Ayuntamiento está "adaptando la señalización de las calles para cumplir con los objetivos del Gobierno".

Unos objetivos que ha centrado en la "mejor de la seguridad" para peatones, ciclistas y conductores, al reducirse la velocidad en la ciudad desde este martes a 30 kilómetros por hora en líneas generales, aunque las excepciones son las calles de dos carriles por sentido, donde se podría transitar a un máximo de 50 kilómetros por hora, mientras que el límite será de 20 en aquellas calzadas de un único sentido, en las que acera y vía se encuentren al mismo nivel.

El regidor ha insistido en la necesidad de adaptarse a esta nueva normativa, teniendo en cuenta que "a menor velocidad, mayor posibilidad de salvar vidas". VER LOS NUEVOS LÍMITES DE VELOCIDAD EN ÁVILA.