La mayor esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad, sumadas a los bajos salarios de los jóvenes, son elementos a tener en cuenta, según Abadía, que ha presentado en la Cámara de Comercio su libro ‘El economista esperanzado’.

Junto a la reforma de las pensiones, Abadía entiende que hay otras medidas “urgentes” que deben adoptarse para salir de la crisis, entre las que ha citado atajar el déficit, elemento sobre el que no es optimista, frente a quienes consideran que los recortes se han acabado.

“Este año, hay que recortar cinco mil millones más, pero el año que viene y el siguiente habrá que recortar otros catorce mil millones cada año”, ha señalado antes de abogar por reducir la deuda actual, ya que se pagan unos intereses “tremendos”, y por acabar la reforma bancaria.

Ante un repleto salón de actos, también se ha mostrado partidario de “meterse a fondo” en una reforma de las Administraciones públicas, abordando inicialmente si el modelo de Estado actual “es el adecuado”, porque “lo fue hace 35 años”, pero puede que “haya que darle un repaso”, a la vez que ha dado por descontado que hay que atajar la corrupción, porque “es lo más importante”.

Por otra parte, frente al euroescepticismo de países como el Reino Unido, el autor de ‘La crisis ninja y otros misterios de la economía actual’ ha sostenido que ese país “hará siempre lo que quiera”, si bien ha admitido que, actualmente, en vez de ser un “economista esperanzado”, como el título de su último libro, prefiere definirse como “un optimista sensato esperanzado”.