Desde UCCL llaman la atención sobre el hecho anómalo que un ave carroñera se atreviera a comer a un animal vivo, que en casi todos los casos tenían dificultad en defenderse, como recién nacidos, en el momento de nacer o vacas en el momento del parto, pero es que ahora ya no es así.

Por eso subrayan que es “sorprendente” que una banda de buitres haya tenido “la capacidad de devorar a un ternero de cuatro meses de edad que se encontraba en completa libertad y un perfecto estado vital”.

Se trata de un hecho repetido varias veces en las últimas semanas, si bien aseguran que sólo se conocen a través de los medios de comunicación “una pequeña parte de los daños que están sufriendo los ganaderos, pues muchos de ellos se encuentran tan desanimados que ni se molestan en denunciarlo”.

Este caso ha ocurrido en la mañana del lunes: cuando el propietario del animal acudió al paraje La Cespereda a ver sus animales observó una gran banda de buitres volando en la zona, y otros tantos sobre la res.

“Las vacas se encontraban en un estado muy alborotado, como nunca las había visto, posiblemente debido a los berridos de pánico y dolor del ternero en el trance en que pudo luchar por su vida”, según el ganadero, Cipriano Gómez Cornejo

El animal tenía comidos los dos ojos, una oreja, el vientre y las nalgas, ya que comienzan por los ojos para dejarse casi indefenso y que no pueda huir.

Desde UCCL-Jóvenes Agricultores se considera que el nivel de daños que se están produciendo en la provincia de Ávila es, “con diferencia, mucho más que en el resto de la región”, y afirman que la actuación de los buitres está llegando “a un extremo que requiere una pronta actuación de la administración y que no se demore durante muchos meses más hasta que regule la normativa que permita la alimentación de las aves carroñeras”.