Se trata de una nueva versión de la clásica variedad 'Blonde Ale' de esta empresa de El Barraco. Para obtener la “receta perfecta” han utilizado una enzima natural, “una proteasa que, gracias a su acción sobre los ingredientes, permite hidrolizar la proteína del gluten y hacerla apta para el consumo de personas celíacas”, además de que “mejora la uniformidad de la cerveza y reduce desperdicio en la producción”, según ha explicado Israel García, uno de los dos fundadores de la marca.

Según ha indicado, lo más llamativo del proceso es que mantienen el pan dentro de los componentes del producto, así como las maltas habituales (Pilsen, Pale, CaraPils o CaraRed, entre otras), con lo que “ofrecen una idéntica calidad a la del resto” de sus cervezas.

“El cambio es revolucionario -asegura- si atendemos a la gran dificultad de los celíacos para acercarse a la cerveza, puesto que nos sumamos a la pequeña lista de productores nacionales que la ofrecen de una manera 100% natural”.

García, que considera el producto “de gran valor para los consumidores celíacos”, reconoce que en el mercado “cada vez se encuentra más producción industrial de cerveza sin gluten”, si bien señala que hay que tener en cuenta “la complejidad de elaborar esta bebida con métodos tradicionales, alejándose de otros añadidos químicos que restan todo el sabor propia de esta bebida”.