De este modo ha salido adelante la proposición no de ley de Por Ávila defendida por su procurador, Pedro Pascual, quien ha significado la importancia de reglamentar unos estudios específicos para los celadores sanitarios que recojan las funciones actuales del colectivo.

Según ha dicho, a pesar de la delicadeza de su trabajo, no se requiere ninguna formación específica para realizarlo, salvo tener el certificado de escolaridad, por lo que resulta “imprescindible”, a su juicio, que estos profesionales reciban una formación adecuada y se reconozca la experiencia laboral de los celadores y las capacidades adquiridas mediante un certificado de profesionalidad que acredite su cualificación porque “no son simplemente los que empujan las camillas o las sillas de ruedas”.

En la misma comisión ha intervenido el también procurador abulense, Miguel Hernández, del PSOE, quien ha justificado su apoyo a la iniciativa en la necesidad de acabar con la “incongruencia” que existe entre algunas de las actividades que desarrollan por el riesgo o la técnica que entrañan y la escasa cualificación que se recoge en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales.

Por eso respalda el incremento de las titulaciones de Formación Profesional con un ciclo formativo de Grado Medio de FP que permita obtener una titulación específica acorde al puesto de trabajo y así actualizar al nivel 2 la cualificación ahora existente.