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El Servicio Territorial de Medio Ambiente ha asegurado que dispone de autorización para cazar lobos en Navalperal de Pinares, medida con la que pretende reducir los ataques de cánidos registrados en explotaciones ganaderas de este término municipal.
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Así lo ha confirmado el Jefe de la Sección de Espacios Naturales, Nicolás González, en una reciente reunión mantenida con ganaderos afectados por ataques de lobos y buitres y con representantes del sindicato agrario UCCL, que considera “satisfactoria” la solución adoptada por la Junta de Castilla y León.
Según UCCL, González admitió en dicho encuentro que la situación actual es semejante a la que se produjo en 2009 en la misma localidad, resolviéndose en aquellas fechas con la captura de un lobo.
“En la actualidad se pretende hacer lo mismo que entonces, pues los daños a los ganaderos son muy elevados y se ha conseguido la autorización para abatir lobos en la zona”, señala UCCL en un comunicado, que confía en que la medida “reduzca sensiblemente los ataques, como ocurrió en 2009”, después de lamentar varios ataques en un corto espacio de tiempo.
El anuncio del responsable de Espacios Naturales se produce solo unos días después de que una delegación de la organización Lobo Marley entregara a responsables del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente 142.000 firmas para “tratar de frenar el exterminio del lobo en Ávila”.
Muladares
Por otro lado, durante la reunión se abordó la aprobación del decreto que regulará la alimentación de aves carroñeras, algo que desde hace más de un año se ha estado reclamado desde UCCL.
Según González, en la provincia de Ávila estaban autorizados dos muladares, uno en El Barraco y otro en Ojos Albos, pero “no han funcionado”.
El referido decreto regulará la alimentación de las carroñeras tanto en muladares como en otros lugares, pero solo podrán ser animales de explotaciones extensivas los que alimenten a las carroñeras.
Ganadero atípico | Domingo, 26 de Mayo de 2013 a las 10:38:33 horas
Me voy a extender más de la cuenta. Y siento el “tostón”. Me preguntaba varias cosas: una que ha sido del reparto de la “veintena de mastines entre ganaderos de las comarcas de las sierras de Gredos, Ávila, la Paramera y la Serrota, con el objetivo de adiestrarlos en la protección de vacas y ovejas”. Me preguntaba por qué en la Sierra de la Paramera, un espacio natural protegido, no hay conejos, ni perdices, ni corzos... Quizá sea esa una pregunta que hemos de hacernos. Coincido con Mar, en que si no hay alimento natural, los zorros, lobos, se desplazan para “buscarse la vida”. Desconozco si "los ecologistas malvados" introdujeron ahí al lobo pérfidamente con las malignas intenciones de dañar “al honrado ganadero”, que recordemos, ya en la época mesteña, deforestó la zona para ampliar los pastos, como quien introduce una especie alóctona invasiva. Así que creo que el debate no es ecologistas/ganaderos, porque hay ganaderos ecologistas y ecologistas que son ganaderos. Quizá conviene recordar que el lobo no es una especie alóctona, sino autóctona con presencia histórica y ancestral en Ávila, Zamora, Palencia, Salamanca…que no se “introduce” sino que ya está y que avanza o se desplaza conforme a la “degradación” de su hábitat. En esto coincido de nuevo con Mar, cuando habla de la biocenosis, la necesidad de enfocar la atención no en el individuo (lobo) sino en el conjunto de individuos (corzos, zorros, conejos, aves, lobos, ciervos, jabalíes, …) que conforman un hábitat natural adecuado para la supervivencia de todas y cada una de las especies (eco-sistema). La pregunta a hacernos es pues: ¿cómo es o cómo está nuestro ecosistema? . Hace 25 años, el lobo ocupaba la quinta parte del territorio español, ahora no llega ni a dos lobos por cada 100/km2, siendo la principal causa de muerte: la acción humana. Los humanos vamos colonizando el territorio, con nuestras actividades, sin preocuparnos de esa “biocenosis” de la que hablaba Mar, como si estuviéramos al margen, o como si nuestra influencia fuera inocua para todas las especies. Por eso pienso, que quizá se está sobredimensionando el asunto. Vamos con datos, según el estudio “El lobo en España: una visión global” (VVAA) se dice que “hemos estimado conservativamente la existencia aproximada de unos 294 grupos familiares (de lobos) en toda España. Se podría decir, por tanto, que la población española oscilaría entre 1.500 y 2.000 ejemplares y esto indica que la densidad media de lobos en su área de distribución española oscilaría entre 1,5 y 2,0 ejemplares/100 km2. En Galicia, habría entre 1,8 y 2,6 ejemplares/100 km2 ; en Asturias, entre 1,6 y 2,3, y en Castilla-León, entre 1,4 y 2,0 lobos/100 km2. O sea, pocos lobos para causar tanta “catástrofe” como últimamente parece que sucede y en Navalperal. No niego que haya algún lobo que alguna vez se coma un ternero. Pero no todo es atribuible al lobo. Hay datos para un debate: un estudio realizado en Italia, estimó que de los 3,5 millones de perros existentes en Italia, unos 850.000 andan más o menos libremente por el campo y, de éstos, 80.000 son asilvestrados. El autor (Boitani) calculó que en las áreas con una densidad media de 1 lobo/100 km 2 existen 150-310 perros sueltos y 24-82 perros asilvestrados/100 km2. Y así es: “los perros asilvestrados que logran sobrevivir, compiten con los lobos por el alimento y el espacio. Aunque es probable que en España las densidades de perros errantes no sean tan altas como en Italia, los datos permiten comprender la magnitud de un problema sobre el que no se habla: el abandono de perros que acaban errantes por el campo. ¿Quién los abandona? Esta sería otra cuestión a considerar. ¿Hay controles eficaces para evitar el abandono de perros? Pienso que esta polémica surgida con el lobo desvía la atención de otros asuntos muy serios que tiene el ganadero de vacas de carne: con la crisis baja la venta de carne o su precio, la sequía encarece el pienso y el forraje, no suelen invertir en vallados adecuados de sus fincas, se dice que son de “la cofradía del puño” a no ser que se lo subvencionen, tienen la creencia de que el campo es suyo por defecto, molestándoles cualquier otro “uso” que consideren incompatible con su actividad. Hay ganaderos y ganaderos, claro está, y conozco a muchos que dicen que el lobo es el menor de sus problemas y así es, en Castilla y León había 25.105 explotaciones de ganado vacuno ( la segunda Comunidad Autónoma en número de ganado en 2011) siendo el censo total de ganado vacuno a 1 de enero de 2012, en Castilla y León de 1.235.253 vacas. Son datos del Ministerio (“El sector de la carne de vacuno en cifras. Principales indicadores económicos” 2012.) que dan cuenta de que hay muchísimo ganado que necesita “territorio” para pastar. Si lo “colonizamos” todo, desplazando a otros herbívoros, como el ciervo o el corzo, luego no nos quejemos de que el lobo se coma alguna vaca.
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