Según el portavoz, Pedro Muñoz, la resina “se viene constituyendo como un factor de recuperación de una actividad profesional histórica” como “una de las actividades forestales más antiguas a las que se dedicaron los habitantes de los municipios con masas forestales de nuestra provincia”.

Se trataría de “solventar las pérdidas por la bajada del precio de la resina natural y por la influencia de la situación económica derivada de la crisis sanitaria por el coronavirus” mediante ayudas directas para mantener la producción y la actividad. 

En muchos casos, la extracción de la resina se desarrolla en montes del catálogo de utilidad pública, siendo muy importante la implicación de los ayuntamientos como propietarios. En este sentido, ha resaltado la implicación de algunos municipios, como San Esteban del Valle, que ha aprobado un conjunto de medidas de apoyo a la resinación que permiten el trabajo a cerca de diez resineros, alguno de ellos jóvenes. 

Actividad recuperada
En la moción se recuerda que la Diputación promovió en 2013 unas jornadas formativas para hacer resurgir el sector resinero en nuestra provincia, de tal modo que municipios, entre otros, como Arenas de San Pedro, Santa Cruz del Valle, San Esteban del Valle, Casavieja, Guisando, Lanzahíta, Santa María del Tiétar, Piedralaves y San Bartolomé de Pinares, recuperaron la actividad en el sector. 

Otras instituciones provinciales han demostrado su implicación con el sector, como la Diputación de Soria, aprobando la convocatoria de subvenciones al sector de la resina como sector estratégico de la provincia soriana, que aporta valor añadido y genera puestos de trabajo en el mundo rural, con una cuantía por solicitante de 1.500 euros. 

Junto a ello, en la primera década de este siglo, se han reactivado los planes de apoyo a la resinación constituyéndose, por ejemplo, la Mesa de la Resina de Castilla y León, para reunir los esfuerzos de los propietarios forestales públicos y privados, con los de la industria, los resineros y las administraciones. 

A ello se añade el agotamiento de los combustibles fósiles y su efecto en el cambio climático, colocando la resinación como una industria sostenible, que tiene el efecto añadido de la limpieza de los montes y, con ello, la evitación de los incendios forestales.

Sin embargo, dice la moción que “cuando el sector parece que empezaba a consolidarse, se ha cruzado una crisis económica de especial profundidad como la que ahora asola nuestro país, circunstancia que se cierne sobre el sector resinero augurando al mismo un futuro incierto si no se pone remedio por parte de las administraciones públicas”.