Esta muestra coincide con la conmemoración del centenario del nacimiento escritor vallisoletano (1920-2010) y llegará tras haber itinerado por Segovia; Salamanca; Palencia; León; Mérida (Badajoz); Ciudad Real; Alcobendas (Madrid); Jaén y Toledo.

La muestra está compuesta por una selección de cuarenta fotografías, de las ciento veinte que llegó a tomar el fotógrafo Francisco Ontañón para ilustrar el título de Miguel Delibes 'El libro de la caza menor', publicado en 1964.

Comisariada por José María Parreño, la exposición se completa con una selección bibliográfica, correspondencia, recortes de prensa y objetos personales de caza del escritor.

Las fotografías no sólo se reducen al ámbito de la caza, sino que también recogen retratos de grupo, interiores o representaciones del mundo campesino, rescatando para el presente los paisajes, el entorno rural y la forma de vida de la sociedad agraria de la época.

Delibes escribió en el prólogo de su obra que se trataba de "un libro al que el fotógrafo Francisco Ontañón ha exornado -embellecido- con unas ilustraciones vivas, de una elocuencia, de una expresividad, muy poco frecuentes".

Acompañando al cazador

Sin embargo, este 'cazador de imágenes' tuvo la posibilidad de hacer "muchas otras fotografías cuando tuvo la oportunidad de acompañar al novelista y a su cuadrilla durante algunos días de la temporada de caza 1961-1963". 13 de estas imágenes llegaron a aparecer en la obra publicada por editorial Destino, mientras que otras guardan relación con la selección directa que realizaron conjuntamente Delibes y Ontañón.

Las fotografías, que reflejan la gente y los paisajes de España en los años 60, se presentan complementadas con textos del escritor vallisoletano en los que habla de su gran pasión: la caza. Las imágenes de Ontañón son "buenos ejemplos de distintos momentos de la caza y de las técnicas empleadas" como la caza con hurón, con reclamo y con cimbel.

En las instantáneas tienen cabida distintos escenarios como el monte bajo y el pinar, dehesas y sembrados, y lugares específicos como la conejera y la charca.