A primera hora de la mañana del sábado comenzó la jornada yendo a buscar a la sierra a los caballos, para bajarlos hasta la plaza de toros. “Enseñar nuestras raíces y costumbres para poder impulsar el turismo en el medio rural es lo único que podemos aportar al visitante en estos tiempos”, afirma Nicolás Martín, promotor de la iniciativa.

Enjauladas las reses, el corte de las crines y de las colas de yeguas y caballos a tijera manual es el momento que más llamó la atención de los llegados desde pueblos cercanos, la capital abulense, Madrid y Cáceres.

El esquileo dejó a los equinos listos para que ser exhibidos por los jinetes en la carrera de cintas, otra tradición aún no perdida en fiestas y romerías del mundo rural. Y, entre medias, la música del grupo Resiste, y la brasa encendida y limonada para un día de invierno en la primavera de Hoyocasero, que mira a sus raíces mostrándolas al exterior.

FOTOS DE LA FIESTA DEL ESQULEO EN HOYOCASERO.