Además de la ceremonia religiosa, también se ha guardado un minuto de silencio en la calle por parte de los vecinos que, por motivos de aforo y seguridad, no han podido entrar en la iglesia parroquial.

Ambas iniciativas han sido convocadas por el regido, Víctor Morugij, a través de un bando municipal, en el que también expresa a los barcenses su agradecimiento personal y el del Ayuntamiento por "el esfuerzo, la valentía y la generosidad que han demostrado desde la aparición de la pandemia, cumpliendo las normas y las recomendaciones sanitarias, y contribuyendo a que la nueva normalidad esté más cerca".

El bando subraya, además, "la profesionalidad, calidad y valía que han demostrado y siguen demostrando sanitarios, personal de ambulancias, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Protección Civil, Fuerzas Armadas, transportistas, comerciantes, cajeros y trabajadores de servicios esenciales, entre otros colectivos, incidiendo en que sin su participación la ciudadanía estaría indefensa ante las circunstancias tan peculiares que se han vivido en la crisis".

También se menciona en el bando la situación vivida en la residencia de personas mayores del municipio, en la que se han producido "dolorosas pérdidas" y en la que gracias a la profesionalidad, cariño y entrega del personal de plantilla y del personal eventual, se va recobrando la normalidad.

Se reconoce igualmente el esfuerzo, la lucha y la profesionalidad de las personas que dirigen la asociación Aseaca, que atiende a las personas con diversidad funcional psíquica o psicológica, como al resto del personal que lo integra, por la responsabilidad y el cariño que han demostrado.