La crisis ha provocado que la situación de los talleres de los países mediterráneos sea “un poco peor” que en otros países de la Unión Europea donde “no tienen esos problemas”, como Alemania o Reino Unido, ha explicado: “el problema de la automoción arranca desde el momento en el que las personas no compran coches, aunque tengan dinero para hacerlo, porque “se guarda porque existe inseguridad al futuro laboral”.

“Se ha reducido mucho el pastel y las exigencias de los clientes han aumentado” a la vez que la carga de trabajo ha disminuido, según el experto.

Ha explicado que un “importante” número de empresas han pasado “de números azules a números rojos” y el problema no llega tanto por parte de los talleres “ilegales” sino de la “eficiencia”, porque “hay que hacer cosas muy bien hechas con los medios mínimos”.

“No se pueden emplear 14 horas en reparar un automóvil cuando alguien lo está haciendo en una hora”, ha instado, reconociendo que las reparaciones en talleres clandestinos es marginal, frente al “gran volumen” de reparaciones que continúa en talleres “legales”, según García, quien ha abogado por la “eficiencia para reducir tiempo y costes y obtener más rentabilidad”.

Futuro económico
Por otra parte, el profesor Juan Laborda Herrero y fundador de la empresa Razona, ha dicho que las previsiones para salir de la crisis son “negativas” desde el momento en el que se han estado haciendo diagnósticos “erróneos”,  y ha abogado por la reordenación del sistema bancario y las quitas o reducción de las deudas a las familias.

Ha manifestado que la crisis en España es “de deuda privada” y “no se va a poder pagar”, porque “familias, empresas y bancos deben mucho dinero” y se está en una “recesión de balances”.
En este marco, “las rentas están cayendo” y “las empresas no van a poder contratar”, por lo que “2013 será peor que 2012 y en 2014 no habrá proceso de recuperación, salvo que se cambien las medidas”.

Esas medidas deberían llevar un doble proceso, de modo que, por un lado, se aborde una “reordenación” del sistema bancario, con “muchos activos tóxicos” y que requiere “un ajuste brutal” para “reducir su tamaño hasta que represente la economía real”.

Por otro lado, ha abogado por un proceso de “quitas” o reducción de deudas de las familias, algo que ha planteado el Fondo Monetario Internacional (FMI) para los casos español, inglés y americano, partiendo del estudio de experiencias pasadas, como Islandia o Estados Unidos.

Según Laborda, son condiciones “necesarias, pero no suficientes”, por lo que ha insistido en que “es fundamental hacer entender a los dirigentes económicos y políticos que lo primero es reducir el volumen de deuda”. Ante esto “sólo” hay dos maneras, como son la austeridad y las quitas, porque “llevamos desde 2008 enquistados en la crisis” y “dando vueltas siempre a las mismas medidas”.