Observar el monumento es afición para cientos de turistas a diario, pero para hacerlo tan de cerca hay subir al adarve, pero en este caso quien se encontraba sobre la escalera del camión de Bomberos -en la mañana del jueves- era la arqueóloga municipal, Rosa Ruiz, en una inspección rutinaria.

Subida en una grúa de un camión de bomberos revisa el estado general de la zona situada en el arco de San Vicente, el más representativo del recinto amurallado, y donde ya se produjo un desprendimiento.