Ante esta situación derivada de la crisis sanitaria, se han cancelado por el momento las adopciones y también la participación en la gestión del centro por parte de los tres o cuatro voluntarios que suelen acercarse por este espacio en el que trabajan cinco personas "extremando las medidas de higiene y seguridad".

Los empleados realizan tareas de desinfección y limpieza, a la vez que utilizan mascarillas y guantes en este lugar, al aire libre, en el que echan de comer a estos animales cuyo número se espera que crezca en las próximas semanas, ante la imposibilidad de adoptar.

Y ello, porque siguen llegando perros y gatos extraviados, junto a otros que son trasladados por agentes de la Policía Local. Ahora hay en torno a 200 perros y 70 gatos.

Ante la posibilidad que ofrece el real decreto del Gobierno de salir a la calle para pasear a estos animales, Martín señala que en Ávila no se ha producido un repunte en la demanda por esta cuestión, si bien matiza que al estar cerrado el centro, tampoco se podrían llevar a cabo, pese a que continúan los contactos telefónicos o por correo electrónico.