Del Miércoles, 24 de Septiembre de 2025 al Sábado, 27 de Septiembre de 2025
Varios miles de abulenses presenciaron la cremá de las fallas que la Junta Local Fallera de Carcaixent (Valencia) desplazó hasta Ávila y que ardió en la noche del domingo a los sones del universal tema ‘Valencia’.
Un castillo de fuegos artificiales, las mascletá y… al poco comenzó a arder -momento de ovación del público- la figura de la fallera -de seis metros de altura- que emergía de la muralla, y que desde el viernes fue visitada por cientos de personas para una imagen nunca vista ante el lienzo norte. Junto a ella se quemaron la falla infantil y otras 12 figuras, cada una procedente de otros tantos indultos de las fallas de cada comisión fallera de la localidad valenciana, ya que una, la de un anciano, fue indultada, y no era la primera vez, y se quedará en Ávila.
Con una ligera lluvia justo al comienzo, los abulenses observaron con expectación mientras los carcagentinos y sus falleras bailaban en torno a la hoguera, como si se tratase del 19 de marzo en tierras mediterráneas, y daban vivas a Ávila (“¡visca Ávila!) y a su localidad, por supuesto que también a su fallera.
Es la culpable de todo este montaje y de que 600 vecinos hayan pasado un fin de semana en Ávila quería dar a conocer las fallas y su espíritu a los abulenses. Un cartel junto a la falla lo resumía bien: “Mucha gente no entiende que se queme este monumento. Es la esencia de la fiesta!!! Todos esperamos este momento”. Era una explicación del origen fallero, que se encuentra en tirar los muebles y enseres viejos y prenderlos.
Mientras el monumento fallero devenía en cenizas, los valencianos no dejaban de felicitar a Cristina Giménez i Rodríguez, la abulense-valenciana que un día se ilusionó con ser fallera de Carcaixent, después con ser proclamada en la capital abulense. Fue a partir de entonces, en octubre, cuando soñó con traer directamente la fiesta. Y lo consiguió.
Tras la quema de la falla, emocionada y con lágrimas en los ojos, mostraba su “ilusión” queriendo haber “transmitido” el sentir de una fiesta que la tiene “enamorada”. Al lado, varios valencianos pedían repetir el próximo año: “mi año como fallera de honor termina, habrá que buscar otra fallera abulense”. Mientras José Amores, el presidente de de la Junta Local Fallera, decía que habrá que esperar a que termine la fiesta para plantearlo.
La fiesta de la segunda jornada en Ávila había comenzado a primera hora de la mañana, cuando con música y 3.500 petardos y cohetes celebraron la despertá entre el Mercado Chico y la Plaza de Santa Teresa. Después acudieron a una misa en el Convento de La Santa, antes de participar en una pasacalles y una ofrenda floral ante el monumento, en el que participó la alcaldesa de Carcaixent, Lola Botella, y en el que se unió la música valenciana con las marchas de la Banda de Música Ciudad de Ávila y el baile del grupo Urdimbre.
El concejal de Fiestas, Miguel Ángel, que ha recordado que esta fiesta no ha tenido coste alguno para las arcas municipales, ha estimado que la visita de los 600 carcagentinos -que viajaron en nueve autobuses, vehículos particulares y tres camiones con las fallas- ha dejado en la ciudad unos 120.000 euros de ingresos.
antonio | Martes, 09 de Abril de 2013 a las 20:19:01 horas
esto se tiene que quemar es el preludio de la primavera y es una tradicion de nuestros ancestros igual que la polvora es una tradicion nuestra y solo nosotros sabemos manejarla y manipularla, en resumidas cuentas igual que en alicante se queman fallas o hogueras aqui se queman fallas o hogueras que mas da es la tradicion agua , fuego y monumento, para eso esta y se hace, y nos gusta.
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