Se trata de un vaso hecho de cuerno vaciado, testimonio del patrimonio artístico legado por el arte pastoril. Eran trabajos populares realizados fundamentalmente por pastores durante los tiempos libres que surgían en sus jornadas diarias con los rebaños.

Los motivos a los que se recurrían para decorarlas formaban parte del repertorio y del mundo simbólico popular. Aunque pueden ser lisas, lo normal es que presenten una superficie decorada, grabada y tallada, realizada a punta de navaja. Era frecuente personalizarlos con leyendas que aludían a su autor o destinatario.

Esta colodra fue donada al Museo de Ávila en 2018 por Fuensanta Antonia Gutiérrez Jiménez y perteneció a su abuelo Aurelio, guarda de la Dehesa de Castellanillos, situada en Tornadizos de Ávila. La pieza destaca por la calidad de algunos de sus dibujos, entre los que además de representar al propio Aurelio, figuran seres reales e imaginarios.

La pieza de inverno será presentada en el Museo de Ávila el miércoles (19 horas) con una conferencia de Ismael Peña, músico y folclorista, titulada 'Por cañadas, veredas y cordeles'.