En su primer día de estancia en la capital abulense, conocieron la ciudad antes de retirarse a la carpa que han instalado tras el Lienzo Norte -ante él que tienen instalada la falla- para degustar una fideúa preparada en 15 calderos para 750 personas. Por la tarde prepararon agua de valencia, combinación de zumo de naranja, cava, vodka y ginebra, antes de disfrutar de una fiesta.

La anfitriona, la abulense afincada en Carcaixent Cristina Giménez, no podía disimular su alegría de haber traído hasta la capital abulense a cientos de de sus vecinos.

A primera hora de la mañana del domingo celebrarán despertá, en una jornada que culminará con la quema de un castillo de fuegos artificiales (21,25 horas) y la falla instalada ante el Lienzo Norte: una falla de seis metros de altura que surge de una muralla, rodeada de 13 ninots -uno de cada comisión fallera de la localidad- indultados de la reciente festividad fallera.