Siendo esto cierto, no lo es menos que otra comunidad vecina, como Madrid, cuenta con una tasa de desempleo del 9,99%, pero la comparación en este caso no resultaba demasiado conveniente.

Y es que Ávila es la segunda provincia de Castilla y León con peores cifras de desempleo, sólo por delante de Zamora, que con el 14,57%, ocupa el farolillo rojo. Y la también vecina Segovia acabó el año pasado con un 11,1%.

Como el que no se consuela es porque no quiere, tras señalar la cifra de paro de Ávila y reconocer la situación de “necesidad” de la provincia abulense, el consejero ha centrado su mirada en los “vecinos” de Extremadura, que cuentan con una tasa diez puntos superior de desempleo que Ávila.

Antes, Carlos Fernández Carriedo, además de admitir la situación de necesidad de Ávila, ha admitido que el nivel de paro es “superior a la media regional por el escaso peso de la industria”. Pero de lo Extremadura es mucho peor, ha dicho después, sin hacer referencia a otras comunidades limítrofes, no solo a Ávila, que se encuentran mejor que Castilla y León, que cerró 2019 con el 11,20% de paro..

Por ejemplo, Navarra, País Vasco y La Rioja, también limítrofes con la Comunidad, cuentan con los niveles de desempleo más bajos de España: 9,01%, 9,09% y 9,89% respectivamente.

Mantener la senda de crecimiento

“Nuestra idea es mantener la senda de creación de empleo que hemos tenido en los últimos años, tras el impacto de la crisis”, ha apuntado Fernández Carriedo, quien ha recordado que en los últimos seis años se han creado en Ávila “5.000 nuevos empleos”, lo que ha supuesto reducir la tasa de paro “casi a la mitad”, al pasar “25,5% al 13,5% de hoy”.

Asimismo, ha hecho referencia al “importante” apoyo a proyectos que en los últimos años que han recibido soporte por parte de la Lanzadera Financiera de la Junta, puesta en marcha en enero de 2016. Desde entonces, los 834 proyectos empresariales respaldados, han recibido un importe total de 103 millones de euros.