El viceconsejero de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, José Luis Sanz Merino; la directora de la Agencia de Protección Civil, Irene Cortés; y el director de la Escuela Nacional de Policía, José Luis Tejedor, han clausurado el 40º curso de la Escuela Regional de Policía de Castilla y León.

Los nuevos agentes son de Aranda de Duero y Miranda de Ebro (Burgos); Arévalo (Ávila); Béjar, Ciudad Rodrigo y Santa Marta de Tormes (Salamanca); Burgos; y Ponferrada y Villafranca del Bierzo (León).

Durante el curso se ha desarrollado un programa formativo de más de 600 horas lectivas en la Escuela Nacional de Policía, y en las instalaciones de la Escuela Regional de Policía; y a las que seguirán ahora 300 horas en prácticas en sus respectivos ayuntamientos.

El viceconsejero ha reconocido la colaboración que se mantiene con la Escuela de Policía, que ha logrado que la formación de las las policías locales “se convierta en un referente”.

Por jubilaciones

La formación ha sido “duplicada” porque la Junta ha conseguido, de la mano de la Escuela de Policía, “doblar el número de cursos como consecuencia de jubilaciones anticipadas que la nueva normativa ha provocado en todos los municipios de España”.

“Se ha atendido -ha explicado- el doble de las necesidades que se atendían en un mismo ejercicio, que no es una cuestión menor, sobre todo en una época en la que la Escuela de Policía también está muy llena con sus promociones del Cuerpo Nacional de Policía en todas sus escalas”.

El viceconsejero ha instado a los alumnos a que participen en el programa formativo que desde la Consejería de Fomento, a través de la Agencia de Protección Civil, se difunde todos los años para mantener una formación continua de todas las policías locales de las localidades de Castilla y León.