Escultor, fotógrafo y pintor alemán, con obras de land art en jardines y museos de todo el mundo, Nils-Udo quedó fascinado por el paisaje rocoso y los enormes bolos de granito. Prometió ofrecer una conferencia en la capital abulense y “podría regresar con una escultura debajo del brazo”, según Carlos de Gredos: “ha sido todo un privilegio contar con su compañía, su humanidad y su sabiduría, aquella que la naturaleza regala a quien está trabajando en contacto con ella diariamente”.

“Si al final se cumple el milagro de una obra para el cerro, es de justicia que se sepa que la relación epistolar comenzó en el 2014, ya en aquella ocasión preguntó que cuál era el aeropuerto más cercano a Hoyocasero”, cuenta el promotor de Cerro Gallinero, quien recuerda el apoyo de la extinta Fundación Asocio “y en particular a su gestora Maribel García Viejo”. 

 
También tuvo tiempo de conocer el Pinar de Hoyocasero y de jugar a la calva, en una visita realizada gracias a la Facultad de Bellas Artes de Sevilla tras compartir programa en el 'Máster en arte: idea y producción'.

En España sólo existen otro dos centros de este tipo, en Andalucía, uno de ellos con presupuesto multimillonario, a diferencia del abulense, que trabaja con “con presupuesto cero”.

En Cerro Gallinero fue recibido por Gloria Pérez Barroso, tesorera de la asociación cultural que gestiona el espacio, y Antonio González Muñoz, asesor y adjunto a la coordinación general; que acompañaron a la esposa del artista alemán, Liesa, y a Adrián Martín Jiménez, arquitecto y que ejerció como traductor. Nils-Udo es reconocido por sus intervenciones en la naturaleza, donde “la estética va unida de una ética natural”, según el anfitrión de su visita.