En declaraciones a Radio Bilbao, como responsable de la expedición del Bilbao Alpino Club aunque sin facilitar su identidad, ha subrayado las malas condiciones que se vivieron en Gredos en la tarde del Viernes Santo: “si no saco a la gente de allí, como estábamos, pues igual el resultado hubiera sido mucho más fatídico, porque las condiciones climatológicas se pusieron muy duras cuando ya estábamos de regreso”, ha explicado el imputado por los presuntos delitos de homicidio imprudente y denegación de auxilio.

“El tema que yo tenía era ir tirando de la gente, procurar tirar con todos, poco a poco para salir de allí”, ha indicado, ya que “la gente iba muy justa, bastante mal”.

Ha recordado que nunca había sufrido en la montaña un accidente mortal, tan sólo incidencias leves como roturas o similares. “Piensas que nunca va a pasar nada tan grave”, añade sobre lo que considera “ha sido un palo muy gordo”, por la muerte de la montañera de 39 años..

Asuma que es el responsable de la expedición y que es “una persona demasiado prudente”. “A veces se me achaca que soy demasiado ‘segurola’, que en cuanto veo alguna cosa complicada, venga, para atrás, fuera”, ha declarado a la emisora vizcaína.

La expedición del veterano grupo alpino que viajó a Gredos desde Bilbao el Jueves Santo estaba compuesta por 30 personas, para una jornada en la que tenían prevista una ruta circular por el Pico Zapatero. Al día siguiente la ruta era hacia La Mira, pero la lluvia echó para atrás a muchos y fueron 19 los que subieron, pero según el testimonio del responsable de la expedición fue en la bajada cuando surgieron los problemas a causa de las intensas precipitaciones.