Por ello, cree que esta situación “justifica plenamente” la puesta en marcha “cuanto antes de mecanismos de las administraciones estatal y autonómica, destinados a generar inversiones y crear infraestructuras que faciliten el desarrollo de nuestra provincia”.

A ello contribuyen los datos “negativos” de paro que ha dejado el pasado mes de diciembre, incrementándose el desempleo en un 0,8%, “pese a la creación coyuntural de puestos de trabajo que suelen reportar las Navidades”.

“Además, se produce la desgraciada paradoja de que el paro generado en diciembre en nuestra provincia, ha hecho que el último mes del año haya sido uno de los peores de los últimos años”, argumenta la patronal, quien subraya el hecho de que, sin embargo, Castilla y León y España obtengan “mejores registros”, con descensos del paro en un 0,8% y en un 1,1% respectivamente.

 
“La variación interanual del paro supone por contra que el paro ha bajado en todos los ámbitos, si bien es apreciable la diferencia que se observa entre la región y Ávila, superando Castilla y León a nuestra provincia en 2,5 puntos en cuanto a creación de empleo se refiere, y eso que estamos hablando de un solo ejercicio al que se suman otros saldos negativos de años anteriores”, explica Confae.

 
Seguridad Social

Respecto a la afiliación a la Seguridad Social, la provincia “repunta muy suavemente en diciembre un 0,01%, arrojando un incremento anual del 1,48%”, siendo la segunda provincia de la Comunidad en crecimiento del porcentaje de afiliación tras Valladolid, en cómputos anuales. Esta circunstancia “pone una vez más de manifiesto el peso específico de autónomos y micropymes en la economía abulense”.

“A este contexto de incertidumbre, se suman unos indicadores macroeconómicos que reflejan un crecimiento nacional ya en tasas inferiores al 2%, lo que debería llevar al nuevo gobierno a tomar medidas racionales que faciliten la actividad económica y la creación de empleo”, ha sostenido la patronal.

Sin embargo, la patronal considera que “es lo contrario de lo que se vaticina públicamente, al hablarse de un futuro gobierno nacional que negocia ya sobre una serie de medidas con impactos negativos para el futuro de las empresas y con repercusiones igualmente desfavorables para las inversiones y para el empleo, perjudicando a pymes y autónomos y abriendo espacios indeseados para la economía sumergida, dificultando el acceso al mercado laboral”.

 
Desde su punto de vista, “tampoco es de recibo que un exceso de iniciativas reguladoras deje sin oxígeno al diálogo social, que se ha mostrado siempre como una herramienta muy útil entre los distintos agentes que intervienen en la economía y en el empleo; lo que nos lleva a reclamar al futuro gobierno que prime consenso social, moderación y estabilidad como pilares para el bienestar que demanda la sociedad española”.