Berguio ha visto como su ganado ha sido pasto de "varios ataques de lobos" en su explotación ganadera, el último el segundo día del año, lo que le ha supuesto la pérdida de una chota de siete meses.  

Dicha pérdida se suma a las cerca de diez cabezas que han muerto a manos de los cánidos, desde que en febrero del año pasado se dio de alta como ganadero.

Ante esta situación, UPA ha exigido a la Junta que "deje de mirar a otro lado" y que "actúe en esta zona acabando con la pesadilla que supone para los ganaderos de esta localidad y en general para los de la comarca de Pinares, que casi a diario se encuentren con bajas en sus explotaciones debido a la acción de los cánidos salvajes".