Esta red sirve para apoyar al duelo perinatal y neonatal, y fue creada en 2013 en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, cuando un grupo de matronas, alguna de ellas con pérdidas personales, se organizaron para mejorar la atención profesional sanitaria en procesos de muerte intrauterina, o al poco de nacer. Allí impartieron el primer curso sobre muerte y duelo gestacional dirigido a profesionales sanitarios, a lo que ha seguido formación en muchos hospitales de España y en algún país de Latinoamérica.

La red cuenta con delegaciones en Madrid, Pamplona, Santander, Zaragoza, Barcelona, León, Ponferrada, Murcia, Valladolid, Tenerife,  Zamora, y ahora en Ávila.

Según Teresa Sánchez Jiménez, profesora de yoga especializada en y yoga prenatal y postparto, la red ofrece “acompañamiento gratuito personal a los padres que han perdido un bebé” mediante un grupo de apoyo para padres en duelo: “un espacio de respeto, seguridad y confianza donde nos reconocemos padres, donde se comparte el dolor y el amor por nuestros hijos”.

Formación y acompañamiento

También quieren ofrecer “información específica en duelo para profesionales sanitarios, tendente a lograr una mejor atención a las familias en el hospital”, a la vez que orientación sobre duelo perinatal, así como “acompañamiento a familias que reciben un diagnóstico de enfermedad limitante con la vida. apoyando su decisión, sea cual sea”.

La red se constituye como una asociación sin ánimo de lucro, donde los profesionales realizan un trabajo voluntario y completamente altruista, que promueve “una red de solidaridad y apoyo a las familias que han sufrido la pérdida de un hijo, en el vientre o al poco de nacer”, junto a “promover una atención sanitaria más humana e integral”, para lo que “se ofrece formación a los profesionales en atención al duelo, tanto a los que atienden en primera instancia, como para  la elaboración y superación del duelo”.

Junto Teresa Sánchez, la iniciativa en Ávila parte de la matrona María Serra Matas, la psicóloga sanitaria María Aylón Vicente, y la maestra Inmaculada de Julián  Rabadán, madre de cuatro hijos, de los que el tercero “se marchó tempranamente” (teléfono de contacto 690 23 58 63).