Con tiempo de antelación, abulenses y turistas guardaron sitio para asegurarse un lugar para observar los nueve pasos  que rememoran las últimas horas de vida de Jesucristo, en esa historia visual con la que la imaginería popular nos regala ahora lo hace siglos era un libro viviente.

La procesión del Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz, con sus colores morados y cíngulo amarillo, también vio la amenaza de la lluvia en un instante que cayeron unas gotas -cuando la cabeza de la procesión alcanza López Nuñez-, pero por fortuna un abrir y cerrar los paraguas.

La plaza del Mercado Chico, con los adornos de Semana Santa, fue lugar de paso de un desfile que con nueve pasos contiene algunos de los más antiguos de la celebración abulense, como el Cristo de La Oración el Huerto, el Cristo Amarrado a la Columna, y el Cristo de los Ajusticiados, todos de los datados en el siglo XVII, y La Tercera Palabra, de finales del XVI.