La ceremonia, que se celebrará en la Catedral (17 horas), será presidida por el obispo de la Diócesis, José María Gil Tamayo.

Calvo Tolosa es natural de Las Navas del Marqués, la localidad que más seminaristas tiene actualmente de toda la diócesis.

El nuevo diácono asegura sentir una "alegría inmensa" por su ordenación, ante la que se muestra "muy ilusionado de dar este paso adelante para servir a la Iglesia diocesana de Ávila".

Asimismo, confiesa que la fecha elegida para su ordenación ha sido “una gracia”. “Estuvimos pensando varias fechas posibles, para que fuera en torno al Adviento. Al final, que se haga el día de la Inmaculada es muy especial”, ha asegurado, para después añadir: “Así podré poner en las manos de nuestra Madre este don y mi vocación, porque ha sido muy importante la figura de María que me ha acompañado en estos años".

El diácono llegó al Seminario con 24 años, tras estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. "Cuando empecé la carrera, la vocación era algo muy lejano para mí, aunque una cierta inquietud tenía, porque el año anterior estuve yendo a las convivencias del Seminario en familia, pero no sentía esa llamada", describe.

En la universidad

Sin embargo, en la facultad fue donde encontró a Cristo "a través de una comunidad de cristianos de la Pastoral Universitaria”. “En un primer momento”, describe, “no sabía muy bien cómo responder a esa llamada que el Señor me hacía de una manera más clara, y en aquellos años fui aprendiendo a escuchar mejor a Dios, a hacer oración, a servirle en el apostolado de la universidad”.

“Fue entonces cuando me di cuenta de que lo que más me llenaba en mi vida, y para lo que me había llamado Dios, era para ayudar a que la gente se acercara más al Él. En los últimos años de licenciatura fui haciendo ya una opción más decidida por esa vocación, hasta que al terminar la carrera entré en el Seminario", señala.

Según explica, de su época universitaria en Madrid, Francisco Javier Calvo Tolosa guarda intensas vivencias. "Algunas de ellas incluso de odio y persecución a la Iglesia, pero principalmente, y por lo que doy gracias a Dios, encontré grandes amigos que entregaron su vida a Dios”, argumenta sobre aquella etapa.

Al respecto, considera “curioso” que en ese contexto “tan alejado del Señor, muchos decidieron seguirle”, ya que según señala, tiene compañeras de carrera que son carmelitas descalzas y un compañero de clase que es monje trapense. “Eso también me motivó mucho a la hora de ponerme frente a Dios y preguntarle qué quería de mí", describe.

Tras terminar la licenciatura en Ciencias Políticas y entrar en el Seminario, Calvo Tolosa comenzó sus estudios de Teología en Salamanca, antes de volver a Madrid para estudiar la especialidad en Filosofía, de nuevo en la Complutense.

Su camino vocacional se ha ido completando en estos últimos años, especialmente en su reciente etapa pastoral en la parroquia de Sotillo de La Adrada, para ahora ser ordenado diácono.