La foto lo demuestra, ya que en el Palacio de los Superunda o Caprotti han posado junto  todos los integrantes del equipo de Gobierno, excepto la concejala de Administración Local, Sonia García-Dorrego, que no ha podido acudir por cuestiones personales.

El resto, han estado todos. Incluidos los dos ediles de Ciudadanos: Carlos López, concejal de Turismo, y Alberto Burgos, responsable del Área de Medio Ambiente.

Lo que en principio fue presentado como dos grupos políticos que colaboran en la “acción de gobierno” municipal, ahora se ha convertido en un gobierno de coalición puro y duro.

Quizá esta foto no fue posible previamente, teniendo en cuenta que la instantánea de las ordenanzas fiscales, que incluían un aumento inicial del 20% del IBI, aunque finalmente se quedó en el 8,6%, no era la más adecuada para los integrantes de la formación naranja, cuyo programa incluía la rebaja de impuestos. En aquella ocasión el equipo de Gobierbo entregó el proyecto de ordenanzas a la vez a PP, PSOE y Ciudadanos, como si todos fueran oposición, a pesar que los edildes ocupaban responsabilidades en el Gobierno municipal.

Sin embargo, la presentación del proyecto de Presupuestos Municipales lleva implícita esa subida del IBI, aunque camuflada entre el resto de partidas, hasta llegar a perderse en una nebulosa que ha contribuido a diluir el apoyo que Cs, en contra de su propio programa, dio en su día a la ordenanzas fiscales.

Semanas después, la presentación de los Presupuestos para 2020 han sido el momento para certificar este matrimonio, que ha reunido a todos los integrantes del Gobierno de coalición en el Palacio de los Superunda.

La elección del escenario tampoco ha sido baladí, ya que se trata de la primera vez que acoge una presentación de presupuestos, quizá con la intención de escenificar la nueva etapa de la corporación, tras la llegada a la misma de Por Ávila, tras el sorprendente triunfo del 26 de mayo.