Estos datos han sido facilitados por el ecónomo de la Diócesis, Alejandro Jiménez, junto al obispo, José María Gil Tamayo, en la presentación del día de la Iglesia Diocesana, que se desarrollará el próximo domingo dentro de la campaña 'Por tantos'. La rueda de prensa ha servido para presentar los datos económicos de 2018, antes de lo cual Gil Tamayo ha subrayado la importancia de pertenecer a una diócesis y, en especial, a una parroquia, por lo que supone de identidad colectiva, personal y familiar.

En este sentido, se ha referido a la necesidad de, al igual que hacen las familias, presentan también los presupuestos de la diócesis como un ejercicio de transparencia.

"Al final, los presupuestos, igual que en política, traslucen las ideas a la realidad. Nosotros tenemos una vida, tenemos un presupuesto y tenemos que dar cuenta, porque vivimos de lo que nos dan. Por eso, tenemos que responder, siendo responsables, de eso que recibimos y a qué lo destinamos. Así logramos entrar en una cultura de transparencia", ha explicado el obispo.

Menos bautizos y bodas

En su repaso al año pasado, Gil Tamayo ha reconocido que se produjeron menos bautizos, comuniones y bodas, con un total de 878, 924 y 234 respectivamente.

Desde su punto de vista, el matrimonio está sufriendo la “crisis de la familia”, con jóvenes que bien por su situación personal o por otras cuestiones, prefieren “vivir juntos sin una unión formal religiosa”.

Tras estos datos, el obispo de Ávila destacado con cifras la presencia de la Iglesia en una provincia como Ávila, en la que cuenta con un total de 265 parroquias, 530 religiosos y religiosas, un diácono permanente y 15 monasterios contemplativos, cinco de ellos carmelitanos.

Además, desde el punto de vista educativo cuenta con doce centros católicos en los que se forman más de 8.000 estudiantes, en los que trabajan más de un millar de personas, entre profesores y personal no docente.

Empleo

“Es un gran aporte al tejido socioeconómico y a la vida social de Ávila. Sin la actividad de la Iglesia, quedaría muy debilitada la provincia, el empleo", ha relatado, después de subrayar la "gran confianza de la población de Ávila" en la educación católica.

En este sentido, Gil Tamayo ha dado a conocer los datos de cada centro. Así, el colegio diocesano “Asunción de Nuestra Señora” cuenta con 119 docentes, 24 trabajadores no docentes y 1.698 alumnos; Pablo VI dispone de 64 docentes, 14 trabajadores no docentes y 1.084 alumnos; el centro Juan XXIII suma 87 alumnos, y Milagrosa-Las Nieves dispone de 88 docentes y 1.193 alumnos.

Por su parte, la Universidad Católica de Ávila cuenta con 130 docentes, 101 trabajadores no docentes y los 2.070 alumnos en grado, más los 434 alumnos de máster. A estos datos se suman los de los colegios religiosos en Arévalo, Arenas de San Pedro o El Tiemblo.

Las cuentas de la diócesis

Respecto a las cuentas con las que cerró la diócesis el pasado ejercicio económico, el ecónomo, Alejandro Jiménez, ha apuntado que los ingresos cercanos a los 5,4 millones de euros son muy parecidos a los del año pasado, mientras que los de gastos se han visto incrementados en 780.000 euros en el capítulo de gastos extraordinarios.

En el capítulo de ingresos, las mayores partidas proceden las aportaciones de los fieles, que con 1.643.602,61 euros, suponen el 31% del total, mientras que la asignación tributaria asciende al 38% del total de los ingresos, hasta llegar a los 2.062.954,61 euros.

Según el ecónomo, de esta cantidad, en torno a 650.000 euros son los que proceden de lo aportado por los abulenses al poner una equis en la casilla de la declaración de la renta de las personas físicas. El resto, procede del fondo común que aporta la Iglesia, en este caso a la Diócesis de Ávila.

En el capítulo de gastos, destaca el incremento de 780.000 euros en el capítulo de gastos extraordinarios. De esa cantidad, 250.000 euros corresponden a la puesta en funcionamiento del archivo diocesano, cuya construcción supuso una inversión de 1,5 millones de euros.

A esa cantidad se suman otros 200.000 euros de gastos extraordinarios de las parroquias, mientras que otros 100.000 se debieron a los cambios que se produjeron en la Diócesis y los 150.000 restantes de conservación y rehabilitación de iglesias y centros parroquiales.

En este sentido, el ecónomo ha explicado que la partida pasó del millón de euros habitual a un total de 1.150.000.

El resto de las partidas de gastos se distribuye de manera similar a otros ejercicios: el 33,5%, es decir, 1.792.225,89 euros, a la retribución del clero, y 1.766.647,52 euros a la conservación de edificios y gastos de funcionamiento, lo que supone el 33%. Además, las acciones pastorales se llevaron el 9,3%, la retribución del personal seglar el 5% y las aportaciones a los centros diocesanos un 1,14%.