Publicado por la Diputación como número 107 de la colección general de la Institución Gran Duque de Alba y el 14 de la colección de monografías, el libro 'Winthuysen y Güell en Ávila. El jardín de San Segundo', cuenta que el espacio, de propiedad privada, se ejecutó entre los años 1922 y 1924 en un terreno que fue del convento del Carmelo Descalzo que había junto al arco del Carmen.

La profesora inició el estudio al enterarse que en Ávila había jardín creado por “un jardinero sevillano y encargado por un empresario catalán”.

Fue Eusebio Güell, hijo del conocido constructor catalán, quien adquirió el jardín en 1920, y encargó a Javier Winthuysen el diseño del jardín, quien aprovechó elementos como la alberca, “elemento clave”, con el que “compuso un jardín armónico pero no unitario, repartido en pequeños recintos, cada uno de los cuales tenía una fuentecita comunicada con la alberca por canales a ras de suelo”, lo que seguía “la costumbre musulmana”, donde había “un parterre con caminos en aspa y con una rosaleda".

Con una estudiada canalización para el riego, el jardín se concluyó en 1924, si bien quedó abandonado desde 1928, cuando Güell dejó de visitar la capital abulense. El espacio pasó después a manos del Marqués de Santo Domingo antes de llegar a sus actuales propietarios.