Los representantes de UGT y CC.OO. han instado a la empresa a sentarse a negociar “inmediatamente” partiendo de la flexibilidad del acuerdo del último año -de 35 días sin trabajo- “olvidándose” del expediente de regulación de empleo que la compañía presentó ante la Junta el miércoles, y que tendrán como primeros días de regulación del 1 al 9 de abril.

Según José Manuel Villacastín, de UGT, la empresa “no ha pretendido llegar a un acuerdo y ha querido dar imagen de que los sindicatos son los culpables”, por eso y mientras tanto han pedido “cumplir con su obligación” y no hacer “ni una hora extra más”. No entienden si es “por un cambio en la dirección” el motivo de una postura rígida.

Reparto solidario
En la actualidad se trabaja “a dos velocidades” en la fábrica, según si los empleados están preparando el nuevo modelo que saldrá en octubre o se encuentran en la producción actual, por eso piden un “reparto solidario” y que “todos, desde el director hasta el último, aporten algo a la crisis de producción”.

“No cuadra”, ha señalado Villacastín, que cada trabajador en el último año haya tenido 35 jornadas menos cuando se han hecho más de 8.000 horas, y se ha preguntado si este año ocurrirá una situación similar.

“No sería razonable un ERE si va a haber 15.000 extraordinarias”, debido a que “hay mucha gente trabajando para el nuevo producto”. “Podría darse la paradoja que mientras algunos puedan  sufrir 60 días de pérdida de trabajo, otros harían por lo menos una vez y media el trabajo actual”, ha lamentado el representante de UGT.

“Hay que buscar una solución para acompasar la situación”, han reclamado, a la vez que no han descartado “salir a la calle” si lo ven oportuno, para solventar la situación, y porque también afecta a la ciudad, según Óscar García Barroso, de Comisiones Obreras, que ha culpado a la reforma laboral de que la empresa haya podido presentar el ERE de este modo, además de recordar el acuerdo con la compañía en el que había un compromiso a presentar regulaciones de esta forma.

Respaldo de UPyD
UPyD ha expresado su “apoyo” a los trabajadores de Nissan, al tiempo que “respalda y elogia la disposición negociadora de las centrales sindicales”.

Sin embargo, critica las “medidas de presión e imposiciones” utilizadas por Nissan para presentar un Expediente de Regulación de Empleo temporal de hasta 60 días, según Manuel Vicente, coordinador local de la formación magenta.

A su juicio, la “premura” mostrada por la empresa  para negociar nuevas medidas de flexibilidad laboral con los representantes de los trabajadores “para terminar resolviendo la cuestión por imposición, tan solo tres días después, pone en entredicho la voluntad inicial de Nissan para llegar a un consenso”. Además, añade, “demuestra el retroceso en derechos laborales que supone la reforma laboral del Partido Popular”. 

UPyD espera que, durante el periodo legal de consultas entre la empresa, los sindicatos y la Administración, “se consiga acercar posturas y compartir esfuerzos para que no sean, de nuevo, los trabajadores los que se ven obligados a soportar pérdidas económicas para que la empresa no vea reducidos sus beneficios”.