“Sería una cosa extraordinaria, no digo un milagro, que tuviéramos nuevo papa” esta tarde”, ha dicho el prelado en la mañana del martes, al presentar el nuevo presbiterio de la Catedral, ya que la primera votación “suele ser un poco dispersa entre los 115 cardenales electores”.

Ha confiado en que “el Espíritu Santo vaya llevando a los cardenales hacia la persona que regirá los destinos de la Iglesia en los próximos años” a través de “la inspiración que cada uno tiene en su conciencia”.

Para suceder a Benedicto XVI, ha dicho esperar “lo mejor” y “al mejor de los cardenales que en estos momentos pueda servir a la Iglesia”, y ha deseado que sea “alguien que esté cerca de Dios y de los hombres”.

Cuando se conozca el nombre del nuevo Papa se celebrará una misa de acción de gracias en la Catedral.