Tras las acusaciones de Comisiones Obreras, ha dicho que no ha habido presiones, pero ha ofrecido la misma explicación al asegurar a la vez que dejó sin efecto la RPT y que no se paralizado.

“No hay ningún tipo de presión”, ha afirmado. “Lo que ha hecho el equipo de Gobierno es valorar todos esos problemas que podrían derivarse de la celebración del pleno”, ha dicho tras suspender la sesión plenaria del día 7 en la noche anterior.

“Aunque había un informe jurídico -ha dicho-que se podría hacer [aprobar la RPT], pero para evitar futuros problemas valoramos que lo mejor era dejarlo sin efecto. Quiero decir que no nos hemos echado atrás sino que que serán otros los que a lo mejor, probablemente y legítimamente, lo puedan hacer para no tener dificultades, porque esas dificultades añadidas podrían ser luego de graves consecuencias, con lo cual por eso fuimos con esa prudencia, que tuve que tomar esa decisión”.

“Insisto, se dejó sin efecto, esto sigue adelante, no hay nada parado”, contradiciéndose en su explicación.