“Nuestra política de desarrollo rural se basa en utilizar toda la capacidad productiva del territorio y sus gentes para crear empleo, ello exige en primer lugar un esfuerzo dotacional en materia de servicios básicos que permitan un nivel adecuado de calidad de vida para las personas y de acceso a las infraestructuras para asegurar la competitividad de las empresas y emprendedores”, ha expresado, considerando que “es clave el acceso a internet en condiciones de velocidad y precio competitivos, ya que las tecnologías pueden anular las distancias y el aislamiento”.

“La agricultura y la ganadería deben integrarse en la lógica multifuncional, sin que tengan que renunciar en absoluto a su vocación productiva y a la vinculación al mercado, pero valorando las implicaciones territoriales, sociales y ambientales de su actividad”, y deben ser “un elemento fundamental para el desarrollo de las áreas rurales al ser fuente de generación de empleo y riqueza, y base de la preservación del espacio natural”.

La política de desarrollo rural que proponen, ha señalado, “asume como primera premisa la gestión eficiente de los recursos, basándose en la equidad territorial e igualdad de oportunidades y derechos sociales y económicos, el empoderamiento del medio rural, como espacio estratégico para una recuperación económica sostenible asociada al empleo, el reforzamiento del tejido social y económico, la transparencia, participación y movilización de los agentes locales”.