Con el templo lleno se ha celebrado el pregón y con el bullicio fuera de numerosos miembros de las peñas de la ciudad, que luego han participado en la ofrenda.

El programa festivo ha comenzado con un quinario, a diferencia de otros años que tiene lugar un triduo, pero las fechas así lo facilitan al haberse adelantado el comienzo varios días.

Después ha sido el director de la Institución Gran Duque de Alba, Maximiliano Fernández, el encargardo de intervenir para hacer un recorrido por la historia, la leyenda y la religiosidad de un santo y de su ermita, del que este año se cumplen 500 años desde que se veneran sus restos.

Tras la entrega de medallas y distinciones a hermanos de la Cofradía de San Segundo ha tenido lugar la ofrenda floral, situando un pequeño panel de flores ante la imagen del santo. Después han llegado las pastas y la limonada.

Distintas entidades han participado en la ofrenda, pero el número y el colorido lo han puesto las peñas. No ha faltado ninguna para cumplir al compromiso exigido por el Ayuntamiento de participar en actos como éste. Todos recordaban que alguna peña no pudo instalar el año pasado su caseta en las fiestas de verano en torno a la plaza de toros.

La ofrenda ha contado con más representantes políticos que nunca, quizá influidos por su dinámica electoral de estas fechas. El alcalde, José Luis Rivas, estaba acompañado por tres tenientes de alcalde; también ha acudido la delegada del Gobierno y subdelegado, Mercedes Martín y Arturo Barral; el delegado de la Junta, José Francisco Hernández; y el diputado provincial Rafael Pérez. Aparte de representación municipal de Ciudadanos. PSOE y UPyD.

La representación institucional otras veces es más escasa. Por ejemplo, hace dos años sólo se vio en primera fila a la teniente de alcalde de Cultura, Sonsoles Sánchez-Reyes.

El programa de fiestas se extenderá hasta el 5 de mayo, si bien el día del patrón es el jueves, festivo en la capital abulense y con la tradicional procesión desde la Catedral a la ermita.