Han sido agentes de la Unidad de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil quienes detuvieron al supuesto autor de multitud de hurtos al descuido, en donde su principal botín consistiría en la sustracción de teléfonos móviles de alta gama y carteras personales con diferentes cantidades de dinero.

Las investigaciones se remontan al 14 de noviembre, tras la denuncia presentada en el puesto de la Guardia Civil de Arévalo por la responsable de una agencia de viajes, quien recibió la visita de una persona de acento extranjero que portaba en la mano una hoja grande de papel con un texto ilegible, mostrando interés por la realización de un viaje.

Una vez que desvió la atención de la denunciante, colocó la hoja de papel encima de la mesa en donde se encontraba el teléfono móvil y, tras fingir que no entendía bien lo que le decían, abandonó la oficina llevándose la hoja de papel y el teléfono móvil que se encontraba debajo.

A este hecho le sucedieron otros cuatro casos similares en Arévalo, ocurridos entre los días 14 de noviembre y 17 de diciembre.

Tras las primeras investigaciones policiales, se reconoció a un varón de nacionalidad rumana como presunto autor de los hechos. El 29 de enero se volvió a conocer un hecho similar en una autoescuela de Piedrahíta, donde el autor del robo utilizó un procedimiento similar. Las gestiones realizadas por la Guardia Civil volvieron a identificar a la misma persona que había cometido los hurtos en Arévalo.

Desde Parla

Las investigaciones llevaron a un barrio de la localidad madrileña de Parla, en donde se localizaron varios grupos de personas que, de forma itinerante, se desplazan en grupos de dos o tres, y durante semanas completas, a cualquier punto de la geografía española e incluso Portugal, utilizando para ello vehículos de gran cilindrada, en cuyo interior disponen de ropa e incluso colchones donde pernoctan. Regresan a su localidad de residencia los viernes con los teléfonos o carteras sustraídas para venderlos en el mercado negro, enviando el dinero conseguido a sus familiares en sus países de origen.  

La itinerancia y el carácter desconfiado de este grupo delictivo lo ha dificultado su localización y posterior detención de esta persona, hasta que el 18 de febrero se consiguió detectar su presencia en Tarancón (Cuenca), donde se preparaban para cometer de nuevo hechos delictivos. Sobre las 10 horas de produjo la detención del ciudadano rumano, identificado como R.V., acompañado por otro,  E.U., que carecía de antecedentes penales.

Al detenido se le imputan 27 hechos delictivos cometidos en las provincias de Ávila, A Coruña, Pontevedra, Cáceres, León, Valladolid, Zamora, Ciudad Real, Asturias y Cantabria, mientras que se continúan las investigaciones para probar su participación en otros hechos delictivos de las mismas características. El arrestado fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Tarancón (Cuenca).