“Muchos de nuestros mayores obtuvieron su carnet de conducir hace más de 40 años y es evidente que desde entonces la forma de circular ha cambiado en gran medida”, ha explicado el concejal, Javier Cerrajero, ya que “nuevas normas de circulación, novedades en vehículos, así como el funcionamiento de la nueva tecnología aplicada al vehículo, han supuesto más seguridad, pero también mayor dificultad para adaptarse a todos estos avances y por lo tanto mayor inseguridad al volante”.

Ante la preocupación de la seguridad vial y que en enero fue aprobado el III Plan Municipal de Mayores, proponen desarrollar acciones de reciclaje de conductores mayores de 65 años, que “tienen una carencia en políticas de este tipo que les permitirían subir un peldaño en inserción social”.

En su propuesta, plantea que estos cursos deben de estar coordinados desde el área de Servicios Sociales y en estrecha colaboración del Consejo de Mayores y el Observatorio Municipal de Seguridad Vial.

Desde el propio observatorio, que cuenta con una comisión permanente, se podría buscar colaboración con profesores de educación vial e incluso autoescuelas de nuestra ciudad, haciendo participe a la Junta Rectora del Parque de Educación Vial.

Estos cursos “no solo contribuiría a mejorar la seguridad vial de nuestra ciudad, sino que además sería un apoyo para el envejecimiento activo de nuestros mayores, que como saben son una parte importante de nuestra población”.