El sistema ha entrado en vigor el sábado en toda España, al igual que en las 1.600 farmacias de Castilla y León. Según el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Castilla y León, todos los envases de medicamentos sujetos a verificación que pongan en el mercado los laboratorios deberán incorporar dos tipos de dispositivos de seguridad.

El presidente del colegio, Carlos Treceño, ha señalado que el desarrollo de este sistema ha supuesto “un ejemplo de colaboración" entre quienes forman parte de la cadena del medicamento, lo que permite “reforzar aún más si cabe las barreras que impiden el acceso a medicamentos falsificados”.

El primero de los dispositivos de seguridad es un código bidimensional (en formato Datamatrix) que identificará individualmente el envase, mientras que el segundo es un dispositivo anti-manipulación, que permitirá verificar si el embalaje exterior ha sido objeto de manipulación.

Comprobaciones

Los farmacéuticos deben comprobar que el dispositivo anti-manipulación no ha sido quebrantado y tendrán que autenticar el medicamento en el momento de la dispensación al paciente mediante el escaneo del nuevo código que lleva cada envase.

Este escaneo permite verificar que dicho envase es único y auténtico y que no hay ninguna circunstancia (robo, caducidad, retirada, ya dispensado) que impida su dispensación. A la vez, permite desactivar el código del envase, lo que impide que pueda ser dispensado de nuevo.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Castilla y León se ha destacado que para afrontar este refuerzo de la seguridad y de la verificación de los medicamentos, las farmacia han realizado en los últimos meses un "esfuerzo logístico" con la adquisición de escáneres, actualización de software y comunicaciones.

Todos los colegios oficiales de la Comunidad han llevado a cabo pruebas de conexión al sistema, y se han ofrecido talleres y sesiones formativas a los colegiados para que todas las farmacias estén preparadas.