En la actualidad el tiempo de espera para este tipo de intervención es de entre cuatro y cinco días, y diez las jornadas que permanece el paciente hospitalizado, según Pilar Sáez, geriatra del hospital que desarrolla un proyecto de Ortogeriatría que ha recibido la beca Primitivo de Vega-Mapfre.

Entre el 40 y el 50 por ciento de camas de Traumatología las ocupan ancianos con estas patologías. Y es que las fracturas de cadera son “una epidemia” en este departamento, según el responsable, José Antonio Valverde.

El número de fracturas para operar al mes es de entre 40 y 50, siendo la de pelvis la más compleja que se atiende en el servicio, que “absorbe la mayoría” salvo las neurológicas y vasculares.

El responsable del servicio ha explicado que la reorganización parte del desarrollo de una unidad de artroscopia-cirugía hace dos años impulsada por Ángel Jiménez. En mayo de aquel año  se encargó a tres facultativos del servicio de la atención de las fracturas más complicadas, a la vez que comenzaron a canalizarse los pacientes con patología de columna hacia un especialista e iniciando este tipo de cirugía.

Desde entonces se ha trabajado en estas patologías “como verdaderas unidades, de Traumatología, Cirugía artroscópica-hombro y Cirugía de columna”, además de contar en el servicio con dos especialistas del desarrollo de líneas de investigación y de los aspectos de formación, plasmado en varias publicaciones y la organización de dos cursos.

Valverde ha destacado el desarrollo de una vía clínica de Ortogeriatría junto con la geriatra del complejo y la implantación de un programa de gestión de artoplastias, “que mejorará la atención al paciente”, y en el que están implicados dos especialistas.