Se trata de una raza en “verdadero peligro de extinción”, ya que sólo quedan ocho explotaciones ganaderas incluidas en el libro genealógico. Por eso consideran que resulta clave que se ayude a los pocos ganaderos de caprino de raza verata, para “incrementar los censos ganaderos ampliando la distribución geográfica a nuevas explotaciones, compensando a aquellos que apuestan por este tipo de reses frente a las razas foráneas”, según Manuel Morcuende, responsable del sector caprino de la organización agraria.

En dicha orden no se cita a la verata, pero sí a otras como con el ganado bovino de raza Avileña-Negra Ibérica, Morucha, Parda de Montaña, Alistana-Sanabresa, la Sayaguesa, la Serrana Negra, la Morucha Negra, la Avileña-Negra Ibérica Bociblanca y Monchina. El ganado ovino de raza Castellana, Churra Castellana Negra y Ojalada. El ganado caprino de raza Cabra de las Mesetas. El ganado equino Hispano-Bretón, Caballo Losino y Asno Zamorano-Leonés. Y la razas aviares Indio de León, Pardo de León y Gallina Castellana Negra.  

“Como raza especial y auténtica de la zona que es, la verata posee una excelente adaptación al medio, tienen una gran importancia en el mantenimiento de la biodiversidad y en la gestión sostenible del medio ambiente, contribuye a la creación de riqueza y fijación de población en el medio rural, obteniéndose de los animales criados productos de excelente calidad”, según Morcuende.

El apoyo a la raza verata favorecerá “la conservación de un patrimonio genético único que supone esta raza tan arraigada en la zona de Candeleda y que está en serio peligro de desaparición”.