“Deseamos complementar la formación de nuestros alumnos, acercar el Conservatorio a los padres y ofertar a nuestro entorno actuaciones musicales de calidad”, ha explicado el director, Óscar Arroyo.

Como novedad, este año se contará con “una nutrida representación de exalumnos del Conservatorio, conscientes de que es a ellos a quienes se dirigen nuestros esfuerzos”. Entre los exalumnos, algunos de los cuales se encuentran estudiando fuera de España, intervendrá el pianista Llorenç Prats, que viajará desde Budapest (Hungría).

El ciclo se compone de conciertos, conferencias, actividades didácticas -como la jornada de puertas abiertas el 29 de abril-, recitales de fin de estudios, cursos y colaboraciones.

Dificultad
Por otra parte, Arroyo ha lamentado la reducción del apoyo a actividades musicales como consecuencia de la crisis, sobre todo de las entidades financieras. Ha dicho que “no es fácil” contar con una actividad “regular” de conciertos, porque los “últimos acontecimientos” han propiciado una “caída” de la actividad musical de forma regular.

“Se ha perdido la continuidad, una programación estable”, explicando que para que una ciudad tenga una actividad cultural “razonable”, la música “debe estar presente”.

Por eso ha instado a las instituciones a “acompañar” para que Ávila tenga una programación musical “como su ciudadanía demanda”, ya que cuando hay actividades musicales, los abulenses “responden”.

Arroyo ha subrayado que el ciclo se desarrollará a pesar del “complicado” momento educativo que se atraviesa, por eso ha subrayado el “esfuerzo” que supone poner en marcha estas actividades para quienes se han implicado.