Desde su punto de vista, la dimisión de Gaspar Llamazares, líder de Actúa, de todos sus cargos en IU supone el reflejo del “mar de fondo” que a su juicio existe en la coalición, como consecuencia, fundamentalmente, de las “políticas de alianzas” que a su juicio están dando malos resultados. En este sentido, ha puesto como ejemplos las últimas elecciones generales y las andaluzas, donde la unión de Podemos y sus confluencias con IU, se ha resuelto con pérdida de votos.

Tras el expediente de suspensión por parte de la coordinadora provincial, sin que hasta el momento conozca la resolución de los órganos regionales y federales a los que recurrió, López Casillas ha lamentado la deriva de IU, donde se “acalla cualquier díscolo”, a diferencia de lo que en su opinión sucedía hace años.

Por ello, ha admitido que cada vez se encuentra "menos a gusto" dentro de esta organización a la que pertenece desde que tenía 18 años, y ahora tiene 37.

A su juicio, la situación del exlíder de IU, Gaspar Llamazares, está “precedida del acoso y derribo de la dirección federal”, ya que sus responsables “se niegan a escuchar las voces discordantes con su política de confluencia y a valorar los batacazos electorales, como por ejemplo en las generales y en las andaluzas”.

En este sentido, ha hecho un paralelismo con la crisis interna que vive la organización en la provincia de Ávila. Para ello realiza un símil, al señalar que “el ruido interno que hubo en Ávila, es el mar de fondo que hay en IU”. Al respecto, ha añadido que Llamazares resulta “la parte más visible, pero no la única que está alzando la voz en contra de una política de confluencia que se demuestra que no funciona”.

En este contexto, el concejal ha retado nuevamente al coordinador provincial de IU, José Jiménez, a que, tal y como insinuó en su día, demuestre su pertenencia a Izquierda Abierta y a Actúa. De no poder hacerlo, ha insistido en que “dimita”.