Martín ha respondido con contundencia al discurso previo de Arroyo, quien ha llegado a apelar a la “dignidad que algunos” de los diputados del PP “tuvieron el 25 de junio de 2015”, en referencia al pleno de constitución en el que una mayoría de los representantes populares cambió su previsible voto para investir como presidente a Jesús Manuel Sánchez Cabrera, en detrimento del candidato del aparato, Pablo Luis Gómez.

El portavoz de los populares ha lamentado el “triste epílogo” por parte de Arroyo, que a su juicio ha realizado “todo un ejercicio de mezquindad política”. “Si esta es la nueva política, este país tiene un problema”, ha añadido Juan Pablo Martín, que previamente se ha dirigido al portavoz de Trato Ciudadano para decirle que no iba a “tolerar que nadie” le acusara de “mentir” en torno a una partida en la que ambos no han coincidido en su interpretación.

“Usted no es un digno representante de los pueblos de esta provincia”, ha concluido visiblemente molesto el portavoz del PP.

De peajes, lealtades y cortijos

Estas palabras de Martín, se han producido después de una segunda intervención muy dura por parte de Rubén Arroyo, que ha halado de “algunos de esos peajes que lastran a la Diputación y que, de una manera u otra, también lastran a la provincia y a este Presupuesto”.

El primero de los “peajes” aludidos ha sido el de “personal”. “Les exijo que dejen de jugar con las ilusiones de miles de opositores anunciando a bombo y platillo una oferta de empleo público que saben perfectamente que no va a llegar en 2019”, ha señalado.

El segundo “peaje” ha sido el del “mantenimiento del cortijo”, haciendo referencia al “injustificable el gasto en retribuciones de los órganos de gobierno”, ya que “nunca en esta casa se habían dado tantas dedicaciones exclusivas y parciales, algunas sin justificación de responsabilidad de área”.

“Pero el cortijo no se mantiene solo con los órganos de gobierno, se mantiene nombrando conductores/alcaldes en asesores de Presidencia por los servicios prestados (aunque ya corrigieron) o permitiendo y negociando prebendas y favores mientras miran al tendido con otros grupos, como buenos taurinos que son, para que haya calma y no tormenta en la casa”, ha argumentado.

Asimismo, se ha referido al “peaje de lealtad al partido, manteniendo privilegios y protegiendo las malas artes de sus antecesores, sobre todo en materia de personal y de subvenciones a dedo para réditos del partido o personales de quienes los encabezan”.

“Peaje del faraón Gonzalez, manteniendo un pozo de dinero público como es Naturavila con un gasto de personal real por encima de la cifra de negocio y cuyo sostenimiento se hace con fondos de los municipios y costa del medio ambiente y de la explotación de los acuíferos del entorno”, ha añadido.

Llamamiento a la dignidad

Asimismo, se ha referido al “peaje del miedo, el de acallar a los díscolos bajo la amenaza velada de no entrar en el reparto del pastel”. Todo ello, acusando a los responsables del gobierno de la Diputación de ser “los benefactores de la Iglesia”, además de ser “el obrador de la Confae”.

Después de otras duras alusiones a personas e instituciones con nombres y apellidos, Rubén Arroyo ha concluido: “Solo me queda apelar a la dignidad que algunos tuvieron el 25 de junio de 2015, en el pleno de constitución de esta corporación. Dignidad mancillada por quien, una vez sentado en su trono de hierro, se olvidó de lo prometido y optó por el continuismo y el seguidismo marcado por sus tres socios de mandato y que se materializa año a año en estos presupuestos”.

En este sentido, concluyó su intervención haciendo un llamamiento a los diputados del PP: “Recuperen esa dignidad que les robaron y voten en conciencia por sus municipios y por el resto de sus convecinos de la provincia a los que un día quisieron representar más allá de unas siglas políticas, si no, serán cómplices, aunque se quejen a diario en la barra del bar”.