Se denomina Espacio de Escucha y acompañamiento en el sufrimiento emocional, y se encuentra en manos de siete voluntarios, que han recibido formación y que llevan cinco meses de rodaje. La creación del grupo está relacionada con sanitarios y enfermos de cáncer, ya que tres son profesionales de la sanidad, dos ellos han pasado por enfermedades y dos son sacerdotes, si bien el servicio de escucha está abierto a cualquier caso, como “duelos, pérdidas, separaciones o soledad”, según la coordinadora, la oncóloga Elena Filipovich Vega, quien ha resaltado que “no se trata de suplir una terapia ni a los profesionales”.

Para acceder a este servicio no se puede estar en tratamiento, y según el caso, “se recomienda acudir a un profesional”, ha explicado.

“El contacto con el sufrimiento y el dolor en el ámbito de la salud y no poder dar salida a este sufrimiento y a este dolor en ese marco, ya sea por tiempo, ya sea porque no es el entorno adecuado, fue el germen del nacimiento de este grupo”, ha explicado.

La intención es la de “ayudar a aliviar a las personas que pasan por una situación continuada de sufrimiento o crisis emocional que conduce a una situación de desvalimiento, incomprensión, aislamiento o soledad”. A las personas que llegan “se les acoge, se les escucha y se la acompaña  durante todo este proceso, siempre desde el más profundo respeto y sin hacer juicios de la persona ni de la situación por la que está pasando”.

Y aunque el grupo surgió como “una necesidad detectada dentro del ámbito hospitalario con la intención de aliviar el sufrimiento de las personas”, lo abren a todo el mundo “siempre que no requiera de la intervención de un profesional”.

Recolocar sentimientos

Ha dejado claro que aunque cuentan con formación adecuada, ellos no hacen terapia, sino que simplemente escuchan de forma activa a la persona, realizando su labor a través de una entrevista personalizada: “escuchamos a la persona y ponemos nombre a los sentimientos y recolocamos esos sentimiento para que la persona identifiquen sus recursos y consiga hacer frente a ese sufrimiento”.

La iniciativa lleva gestándose tres años, en los que sus integrantes han estado formándose, y desde hace cinco meses ya han atendido “satisfactoriamente a unas cuantas personas con distintos sufrimientos”.

En la presentación ha participado el administrador apostólico de la diócesis, Jesús García Burillo, quien ha dicho que Cáritas “siempre está atenta a las necesidades de los más débiles y de los más necesitados”; mientras que el director de la organización, Olegario Corral, ha explicado que han sido “receptivos a las inquietudes de un grupo de personas que quieren ofrecer su experiencia, su conocimiento y su formación para aliviar de alguna manera este sufrimiento”.

“Tenemos una misma inquietud y afán de acompañar a la gente que tiene sus dificultades y tiene sus luchas”, por eso Cáritas aporta un espacio físico para ubicarse un día a la semana.

Contacto
Para ponerse en contacto con el Grupo de Escucha, hay que llamar a los teléfonos de Cáritas  (920 221 847 – 920 253 576 – 920 352 340, en horario de 9,30 a 13,30 horas de lunes a viernes), donde se les tomará el nombre y el número de teléfono  para pedir una cita.

Después se pondrán en contacto con esa persona “y en esa primera llamada hacemos una primera aproximación a la situación y, o les concertamos una cita con nosotros, o les derivamos a otras entidades o a un profesional”.