En este sentido, la oposición se ha puesto de acuerdo para señalar que se trata de un “capricho del presidente”, según han señalado tanto el portavoz del PSOE, Jesús Caro, como el de Trato Ciudadano, Rubén Arroyo, quien ha acudido con varios tacos de folios y sobres que mantienen la imagen corporativa anterior para criticar el gasto que ocasionará la nueva imagen.

Además, la mayoría de los grupos ha coincidido en relacionar el cambio del color corporativo con el azul del Partido Popular.

Caro ha criticado que haya sido un “proceso negociado y sin publicidad”, a diferencia de lo que se produjo en 2006, cuando el anterior cambio de la imagen corporativa, manteniendo el color granate. Asimismo, ha lamentado que esta nueva imagen nazca “al margen del consenso, sin representar a las comarcas y colisionando con la bandera”. Por ello, ha propuesto retirar la nueva imagen y seguir con la de 2006.

El color del chuletón
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Alberto Becerril, ha mostrado su “disconformidad” con estos cambios, al mismo tiempo que ha puesto como ejemplo los colores elegidos por otras corporaciones que se identifican con sus señas de identidad. Así, ha aludido al color verde elegido por la Diputación de Jaén, por las aceitunas con las que se identifica a aquella provincia, de manera que la de Ávila podía haber mantenido el rojo o granate que es “el color del chuletón”, ha dicho.

El portavoz del PP, Juan Pablo Martín, ha defendido la nueva imagen corporativa, dejando claro que eso no ha supuesto “ni la retirada de la bandera, ni tampoco del escudo”, que no han sido modificados.