La 6ª Conferencia de Centros Examinadores de Cambridge Assessment España y Portugal ha contado con el experto en evaluación lingüística de la Universidad de Cambridge, Glyn Hughes, quien ha hablado sobre el impacto de la tecnología en el aprendizaje y evaluación del idioma.

Con el foco puesto en los cambios en el campo de la tecnología aplicada a la educación, ha dicho que “el uso de la tecnología en el aula entraña ciertos retos, pero también aporta numerosos beneficios para el profesor y el alumno, en cuanto a la transformación del aprendizaje, la enseñanza y la evaluación”.

Además, Hughes ha destacado que “la tecnología, junto con la figura del profesor, constituyen el tándem perfecto para lograr una educación inclusiva, con un mayor alcance a las personas”.

Universalizar

Uno de los motivos de la elección de Ávila para la celebración de este encuentro es llamar la atención sobre la necesidad de universalizar el acceso a la enseñanza del inglés y a las certificaciones lingüísticas, en zonas con un importante componente rural como es el caso de Castilla y León, ha señalado Eliane Blaus, directora regional de Cambridge English para España y Portugal.

Ha destacado que la misión de Cambridge Assessment English es la de “ayudar a las personas a aprender inglés y a poder demostrarlo ante el mundo”, por ello “uno de los objetivos es poder acercar las titulaciones de Cambridge a toda la población”. En Castilla y León cuentan con diez  centros examinadores que cubren 17 localidades de examen. En la provincia de Ávila los centro se encuentran  en la capital y en Arévalo.

Durante el encuentro, los directores han analizado el futuro del aprendizaje y la evaluación lingüística, que viene marcado por las nuevas tecnologías y por la internacionalización del mundo académico y laboral, así como han intercambiado experiencias en el terreno de la evaluación y en lo referido a las nuevas metodologías de enseñanza y nuevas necesidades de los candidatos.

Los retos del aprendizaje y la evaluación de idiomas son “los rápidos cambios sociales y tecnológicos a los que hay que responder y que van de la mano de la evolución de las necesidades de las personas e instituciones que utilizan los certificados de inglés como prueba del nivel de uso de este idioma”.