Estudiante de Filosofía, esa ciencia tan denostada hoy que debiera ser una asignatura obligatoria en todos los curriculum académicos, la obra reúne 42 poemas en prosa de honda y profunda reflexión poética que dejan notar la despensa, que diría Jacinto Herrero, de las lecturas penetrantes del estudiante de filosofía que se siente atraído por Cortázar, Nietzche, Cernuda, Dámaso Alonso, Unamuno y los clásicos Homero y Sófocles.

Después de publicar en internet conmovedoras meditaciones, Diego Gutiérrez nos regala un libro que trata sobre los comienzos de un poeta y cómo la poesía modela nuestro lenguaje en un oasis hecho con palabras, y lo hace con ánimo de compartir sus inquietudes que también son las del hombre y del individuo que vive en sociedad con ansia de comunicarse.

La frescura inunda a borbotones los textos que titula ‘A mi perro’, ‘Esperanza’, ‘De nubes y refugiados’, ‘La poesía y yo’, ‘Matemáticas’, ‘La realidad’…  utilizando un lenguaje cercano y a la vez metódico y concienzudo, donde se mezclan símbolos, metáforas, paradojas, figuras y conceptos personificados con marcado ritmo, sin olvidar dardos directos al mundo real desde un individualismo existencial.

La presentación del libro, celebrada en la tarde del jueves 11 de octubre (Café La Colonial) se hizo a la limón por Antonio Gutiérrez Sanchidrián y el autor, quienes a partir de una atenta lectura de poemas, desmenuzaron la fuente de inspiración y el proceso creativo desde el principio (génesis) hasta el final (apocalípsis), con presencia en ello de imágenes bíblicas, mitológicas de Sísifo y Heráclito, místicas de Teresa de Jesús y Juan de Yepes, existenciales de Sartre, y poéticas de Lorca.

Para cerrar el conmovedor y sencillo acto, Diego Gutiérrez leyó el poema ‘La realidad’ que cierra el libro: “Y por más muertes que haya,/ por más aberraciones que ocurran,/ por más que creamos que el humano es el centro del mundo,/ aunque no extingamos;/ al día siguientes la luna saldrá y los pájaros seguirán cantando”.